El último resplandor

Un último tiempo de sonrisas y alegrías
que aún continúan, no hay momentos que se puedan olvidar,
somos aire y polvo de tizas, que recorren esta instalación,
la que quedará gravada en nuestro interior.

Somos jóvenes que anhelan un futuro mejor,
el día a día lo enfrentamos con valentía,
por eso quedan aquí las marcas de adolescentes
sin medidas que buscan incesantes una salida.

Esta escuela solo sabrá que secretos se
esconden en cada rincón.
Recuerdos que yacen bajo secretos,
recuerdos que inundan toda memoria,
quedarán aquí como conmemoración de gloria.














Paredes empapeladas de rostros conocidos
y por conocer, recuerdos que siempre quedarán,
que nadie ya jamás olvidará.
Recorremos cada salón, mirando y escuchando
que en su interior quedarán grabadas mil y una generación.

Prisioneros de esta cárcel de tizas que nos enseño a soñar
y a poder volar, creemos en nosotros mismos
porque ella nos enseñó a aprender y a crecer
para ser lo que somos hoy,
adolescentes sin medidas que buscan incesantes una salida.

Lecciones que siempre recordaremos
momentos que nunca olvidaremos.
La vida está pasando ahora
y no hay historia si vos no estás.
Todavía queda un largo camino que recorrer
y no queremos que pase ese momento
porque tenemos ganas de seguir volando
y conocer aquello que no entendemos
porque somos adolescentes sin medidas
que buscan incesantes una salida.

Recuerdos que yacen bajo secretos,
recuerdos que inundan toda memoria,
quedarán aquí como conmemoración de gloria.
Recorremos cada salón, mirando y escuchando
que en su interior quedarán grabadas mil y una generación.

Adolescentes sin medidas que buscan incesantes una salida.

CAMPO NUESTRO

En lo alto de esas cumbres agobiantes
hallaremos laderas y peñascos,
donde yacen metales, momias de alga,
peces cristalizados;
pero jamás la extensa certidumbre
de que antes de humillarnos para siempre,
has preferido, campo, el ascetismo
de negarte a ti mismo.
Fuiste viva presencia o fiel memoria
desde mis más remota prehistoria.
Mucho antes de intimar con los palotes
mi amistad te abrazaba en cada poste.
Chapaleando en el cielo de tus charcos
me rocé con tus ranas y tus astros.
Junto con tu recuerdo se aproxima
el relente a distancia y pasto herido
con que impregnas las botas... la fatiga.
Galopar. Galopar. ¿Ritmo perdido?
hasta encontrarlo dentro de uno mismo.
Siempre volvemos, campo, de tus tardes
con un lucero humeante...
entre los labios.
Una tarde, en el mar, tú me llamaste,
pero en vez de tu escueta reciedumbre
pasaba ante la borda un campo equívoco
de andares voluptuosos y evasivos.
Me llamaste, otra vez, con voz de madre
Y en tu silencio sólo halló una vaca
junto a un charco de luna arrodillada;
arrodillada, campo, ante tu nada.
Cuando me acerco, pampa, a tu recuerdo,
te me vas, despacio, para adentro...
al trote corto, campo, al trotecito.
Aunque me ignores, campo, soy tu amigo.
Entra y descansa, campo. Desensilla.
Deja de ser eterna lejanía.
Cuanto más te repito y te repito
quisiera repetirte al infinito.
Nunca permitas, campo, que se agote
nuestra sed de horizonte y de galope.
Templa mis nervios, campo ilimitado,
al recio diapasón del alambrado.
Aquí mi soledad. Esta mi mano.
Dondequiera que vayas te acompaño.
Si no hubieras andado siempre solo
¿todavía tendrías voz de toro?
Tu soledad, tu soledad... ¡la mía!
Un sorbo tras el otro, noche y día,
como si fuera, campo, mate amargo.
A veces soledad, otras silencio,
pero ante todo, campo: padre-nuestro.

INVENTARIO GALANTE

Tus ojos me recuerdan
las noches de verano,
negras noches si luna,
orilla al mar salado,
y el chispear de estrellas
del cielo negro y bajo.
Tus ojos me recuerdan
las noches de verano.
Y tu morena carne,
los trigos requemados,
y el suspirar de fuego
de los maduros campos.

Tu hermana es clara y débil
como los juncos lánguidos,
como los sauces tristes,
como los linos glaucos.
Tu hermana es un lucero
en el azul lejano...
Y es alba y aura fría
sobre los pobres álamos
que en las orillas tiemblan
del río humilde y manso.
Tu hermana es un lucero
en el azul lejano.

De tu morena gracia
de tu soñar gitano,
de tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.
Me embriagaré una noche
de cielo negro y bajo,
para cantar contigo,
orilla al mar salado,
una canción que deje
cenizas en los labios...
De tu mirar de sombra
quiero llenar mi vaso.

Para tu linda hermana
arrancaré los ramos
de florecillas nuevas
a los almendros blancos,
en un tranquilo y triste
alborear de marzo.
Los regaré con agua
de los arroyos claros,
los ataré con verdes
junquillos del remanso...
Para tu linda hermana
yo haré un ramito blanco.

ÁRBOL DE FUEGO

Son tan vivos los rubores
de tus flores, raro amigo,
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores".

Y a pensar a veces llego:
Si este árbol labios se hiciera...
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego...!

Amigo: qué lindos trajes
te ha regalado el Señor;
te prefirió con su amor
vistiendo de celajes...

Qué bueno el cielo contigo,
árbol de la tierra mía...
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía...

Bajo un jardín de celajes,
al verte estuve creyendo
que ya el sol se estaba hundiendo
adentro de tus ramajes.

¿POR QUÉ CANTAMOS?

Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil

usted preguntará por qué cantamos

si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza

usted preguntará por qué cantamos

si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro

usted preguntará por qué cantamos

cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino

cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos

cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota

cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta

cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

UN PÁJARO CANTA

Canta un pájaro no sé dónde
Debe ser tu alma siempre en vela
Que entre los soldados se esconde
Su canto me encanta y desvela

Escucha canta tiernamente
No sé desde qué rama canta
Mas noche y día eternamente
Semana y domingo me encanta

Qué decir del pájaro que ama
Su transformación milagrosa
Del alma que canta en la rama
De amor en cielo y cielo en rosa

Ave del soldado es amor
y es mi amor una hermosa niña
La rosa es menos bella y por
Mí solo el pájaro azul trina

Ave azul como el corazón
Azul que entre mi pecho llora
Haz que oiga tu dulce canción
La funesta ametralladora

Que restalla en la lejanía
Siembran astros con su canción?
Va así la noche va así el día
Amor azul como mi corazón


El Gran Quizá Miles & Alaska Y.

"Antes de llegar aquí, durante mucho tiempo pensé que la manera de salir del laberinto era fingir que no existía, construir un mundo pequeño auto-suficiente, en un rincón trasero del interminable dédalo y fingir que no estaba perdido, sino en casa. Pero eso sólo me condujo a una vida solitaria, acompañado únicamente por las ultimas palabras de los que ya habían muerto, así que llegue aquí buscando un Gran quizá, y una vida más que menor. Luego metí la pata y el Coronel metió la pata y Takumi metió la pata y ella se nos fué cuando no estábamos prestando atención. Y no hay manera de decir las cosas que suene menos fuerte: ella se merecía mejores amigos.
"Cuando ella falló hace muchos años, cuando era una niña pequeña aterrada hasta la parálisis, callo en el enigma de ella misma. Y yo podía haber hecho lo mismo, pero vi a donde la condujo a ella. Así que todavía creo en el Gran quizá y puedo creerlo a pesar de haberla perdido.
"Porque no la olvidare, si. Aquello que se unió se deshará de manera lenta, imperceptible. Y yo olvidaré, pero ella perdonará mi olvido, así como yo la perdono por olvidarme a mi y al Coronel  y a todos los demás, excepto a ella misma y a su madre en los últimos momentos que vivió como persona. Ahora se que me perdona por ser tonto y temeroso y hacer aquello que era tonto y temeroso. Sé que me perdona, como su madre la perdona a ella. Y es así como sé: " Al principio pensé que estaba solamente muerta. Sólo oscuridad. Sólo un cuerpo al que se estaban comiendo los bichos. Pensé mucho en ella de esa manera, como si fuera el almuerzo de alguien. Lo que había sido ella, los ojos verdes, la sonrisa medio burlona, las curvas suaves de sus piernas, pronto serían nada, solo los huesos que nunca vi. Pensé en el lento proceso de convertirse en huesos y luego en fósil y luego en carbón, el cual, millones de años después, seria extraído de las minas por los humanos del futuro. Ellos calentarían sus hogares con ella y ella seria el humo que saldría ondulante de una chimenea, recubriendo la atmósfera. A veces pienso todavía que quizá la " vida después de la vida" es solo algo que inventamos para aminorar el dolor de la pérdida, para volver soportable nuestro tiempo en el laberinto. Quizá era solo materia y la materia se recicla.
"Pero, a fin de cuentas, no creo que haya sido solo materia. El resto de ella se debe reciclar también. Ahora creo que somos más grandes que la suma de nuestras partes. Si tomas el código genérico de Alaska y añades sus experiencias y las relaciones que tuvo con la gente y luego tomas el tamaño y la forma de su cuerpo, no la podrías concebir de nuevo. Habría algo más del todo. Hay una parte de ella más grande que la suma de sus partes conocidas. Y esa parte se tiene que ir a algún lado, porque no se puede destruir." Aun cuando nadie me acusara de ser un buen alumno de ciencias, una cosa que aprendí de esa clase es que la energía no se crea ni se destruye. Y si Alaska dio cuenta de su propia vida, esa es la esperanza que desearía poderle haber dado. Olvidar a su madre , fallarle a su madre y a sus amigos y a ella misma, son todas cosas horrorosas, pero no necesitan plegarse y auto-destruirse. Esas cosas horrorosas pueden sobrevivirse, porque somos tan indestructibles como queramos creerlo. Cuando los adultos dicen: " los adolescentes piensan que son invencibles" , con esa sonrisa mañosa y estúpida en sus rostros, no saben cuan en lo correcto están. Necesitamos no perder nunca la esperanza, porque nunca nos rompemos de modo irreparable. Pensamos que somos invencibles porque lo somos. No podemos nacer y no podemos morir. Como toda la energía, solo podemos cambiar formas, tamaños y manifestaciones. Ellos olvidan eso al envejecer. Temen perder y fracasar. Pero esa parte nuestra, mas grande que la suma de nuestras partes, no puede nacer y no puede morir, así que no puede fracasar. 
" Así que sé que ella me perdona, como yo la perdono a ella. Las ultimas palabras de Thomas Alva Edison fueron: " Es muy hermoso allá" . No sé donde quede allá, pero creo que es en alguna parte, y espero que sea hermoso."